Deseo - Relato corto

Era por la mañana, estaba completamente sola en mi cuarto del hospital. Giré la mirada para observar las vistas que se veían por la ventana que daba a la calle. Hacia cinco años que no pisaba el suelo, ya no tenía esperanzas de volver a mover mis extremidades y yo echaba de menos algo como ver un simple árbol. Entonces, cerré mis ojos y comencé a llorar, pues la pena que tenía en mi interior me estaba matando lentamente, nadie se imagina lo que es que un día ya no puedas mover brazos y piernas…
En el momento que dejé de llorar, la puerta se abrió repentinamente, era mi amiga Carla, la única de mis amigas que me seguía visitando, en estos cinco años ya casi nadie me venia a ver, Carla me contaba, que casi todo el mundo me tomaba por muerta, yo sinceramente quisiera estarlo ya. Ella, intentaba animarme, pero sin conseguirlo. Ya nadie podría hacer que mis penas disminuyeran. Cuando mi amiga se fue tomé una fuerte decisión, estaba cansada de todo, quería morir ya de una vez y estaba dispuesta a conseguirlo, porque prefiero estar muerta a estar en una cama durantes los años de vida que quedan.

El tiempo pasó lentamente, el aburrimiento hacia mas difícil mi estancia en el hospital, entonces cuando la enfermera pasó por mi habitación a comprobar mi estado, le rogué que hiciese mi muerte posible, le expliqué mis razones, le conté que tuve un accidente con solo dieciséis años y desde entonces no he podido mover nada mas que la cabeza y que a mis veintiún años, mi gran sueño es morir para acabar de una vez con mi gran sufrimiento de ser olvidada por todos.
La enfermera me comprendió, y sin pensarlo cogió una inyección con un líquido transparente, entonces me la inyectó en el brazo, yo no noté la aguja, de pronto, mi sangre empezó a hervir, mis pulmones estaban luchando por respirar y tenia sueño, hasta que mis ojos acabaron por cerrarse y nunca volví a despertar.

Para vosotros puede ser un final triste, para mí, un final feliz.


Autora.
Patricia Delgado González.