viernes, 26 de agosto de 2011

Nunca más.









Las noches pierden todo su sentido, los caminos son oscuros y las luces se han apagado, tal vez sean las lágrimas...
La luna se escondía tras los edificios y las estrellas bailaban para nosotros. El viento se ha llevado las palabras que quedaron desperdigadas por los callejones.
No quedan ya deseos, ni sueños ni el reloj pasando rápido el tiempo.
El agua ahogó sentimientos que nunca serán olvidados... Mientras mi cigarro se consume lentamente, veo a los árboles llorando.
Las sonrisas son temporales, el dolor siempre es tan inmortal, siempre permanece una herida abierta que obliga a recordar.
Tus ojos, antes decían cosas bellas, ¿Ahora eso donde está?
Solo pude decir una cosa...que me daba igual.
Decidí arriesgarlo todo y al final todo acaba fatal.
Oh, destino, muerte, dioses, karma o quien ose mandar, mátadme tan lento como el sufrimiento que me hacen pasar.
Y cuendo llegue el día en el que mi voz no se vuelva a pronunciar, cuando mi corazón se queje de que no puede más, cuando la luna sea visible e ilumine toda mi ciudad, los caminos se vean tan claros que cegarán, cuando los árboles marchitarán, cuando mi cigarro jamás se volverá a apagar, cuando las miradas solo puedan expresar tristezas, cuando las sonrisas cesen porque la alegría se fue de huelga, cuando el viento deje de soplar, cuando las estrellas finjan brillar pero en realidad no están, cuando ya no haya más lágrimas que derramar...
Lo único que diré será...Nunca más.

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