lunes, 12 de julio de 2010

Novela - Un nuevo comienzo . Capítulo 3: Malos momentos. Parte 2.

y no pude dejarlo estar, esa voz decía – Ahora con quien hablo, quien me va a escuchar y quien me va a dar una cálida sonrisa para que me sienta mejor- comencé a buscar al dueño de los susurros y lo descubrí justo en un banco que había un poco más hacia delante.-¿Nero?-¡Ángel! Creía que no vendrías…- Es que he llegado un poquito tarde, yo creía que ya te habrías ido hasta que te he oído…- Ah, que me has oído…- Sí, pareces un poco apenado, seguro que te pasa algo.-Que bien lo has descubierto, pero con solo saber que tengo a alguien con quien contar ya me he alegrado un poco más aparte de lo bonita que vienes con ese pelo alborotado, esa bonita camiseta roja y los taconazos que te elevan un par de centímetros, se te ve esplendida…Bueno, si quieres vamos a un lugar tranquilo y te cuento.-Vale, pero que sepas, que por intentar no llegar tan tarde casi me rompo uno de esos taconcitos…- y el soltó una suave carcajada de esas que da gusto oír.No supimos a donde ir así que recorrimos pocos metros y nos sentamos en el primer lugar desierto que encontramos, acabamos en un callejón antiguo donde pocas veces pasan personas y entonces nos pusimos a hablar.- Haber cuenta…- Es que… se me hace muy difícil…- Venga no pasa nada, sea lo que sea puedes confiar en mi, de todas formas aun seguimos siendo desconocidos no se lo podría decir a nadie.- No, no es por a quien se lo puedas contar es que…aun no me he recuperado de la noticia…verás, una amigo mío falleció ayer noche.-Bueno lo siento…-Lo que me sienta mal no es que ya no podré estar más con mi amigo sino las miradas de pena de los demás, estábamos muy unidos y luego todos los >>pobrecito<<> y esas cosas están recayendo sobre mí.- Te entiendo, me pasó una cosa parecida, pero te recomiendo de que te apartes de esas miradas de pena pero no cerrarte a los demás, eso podría hundir tu vida en un vacío muy oscuro, y se de lo que hablo…-Es que no se como ignorarles, desde la noticia no han parado de tratarme como si yo fuera de cristal, como si a al primer problema que tuviese me viniese abajo, cosa que intento no hacer porque yo soy fuerte.- ¿Y porque has decidido quedar conmigo en un día tan pésimo?- Porque cuando te conocí me inspiraste confianza y eso que te mantuviste un poco distante, tus palabras son savias pese a tú corta edad

No hay comentarios:

Publicar un comentario