Novela - Un nuevo comienzo . Capítulo 4: Por fin hablé de lo sucedido.

-Eso si que debió de ser duro para ti. ¿Era una persona muy importante en tú vida?- Las más importante de mi vida, era mi novio, llevábamos juntos 3 años y dentro de poco íbamos a cumplir 4 años, el era mi vida entera y sin el no soy nada, antes siempre llevaba una sonrisa y antes vestía el negro con todo color que existiera desde un rosa hasta un blanco, antes tenía amigos que me querían y mis padres no me trataban como si estuviera loca, pero desde que el murió pese a que me escribió una carta que ponía que siguiera mi vida, me negué y me cerré al mundo, desde entonces solo he vivido de soledad y me he alimentado de pena, y no he sonreído nunca hasta que te conocí a ti, y imagínate… han pasado 2 años, 2 años con un rostro inexpresivo que deseaba que surgiera una sonrisa de mi, sonrisa que tu ya has hecho sacar sin forzarla…- ¿Y él, porque se suicidó?- Se moría y no quería hacerme sufrir. Yo fui la última persona que le abrazó…pero bueno, esto yo nunca se lo he dicho ha nadie, hasta la policía solo se llevó silencio, no quise hablarlo con mi familia, ni con mis amigas ni con psicólogos ni nada, yo con una historia en mi mente torturándome a todas horas, a lo mejor ahora que ya la he liberado puedo dormir un poco mejor por las noches… - Creo que ya te conozco un poco mejor Ángel…- Y yo también, y espero que esta amistad que esta surgiendo de entre cenizas de buenos frutos para ambos.- Lo darán, solo es cuestión de tiempo… Aunque aun estoy esperando a que me des una explicación sobre tú nombre, eres un gran misterio…y tú nombre me intriga…- Él decía que era su ángel de la guarda, cuando murió me convertí en su ángel de la muerte, me propuse acompañarle siempre tanto en vida como en muerte, por eso me llamo Ángel…- Él tubo suerte de tenerte a su lado…- Solo soy una más, podría haber encontrado a otra mucho mejor…-Jamás vuelvas a decir eso, eres tan especial que seguro que muchas otras te envidian, tus ojos descubren más cosas de ti de lo que te piensas, hay tanto odio en tu interior que aun no ha salido… y tienes ganas de volver a vivir aunque aun te sigue costando, es un camino difícil que tienes que volver a recorrer, tienes que volver a aprender a amar a los demás y sonreír por cosas que pueden parecer tonterías pero que esas sonrisas son las que llenan la vida, tienes que luchar que eso es lo que seguro quería tu novio que hicieses…Pero es algo que tenemos que hacer entre los dos porque si no has podido en dos años no creo que lo puedas hacer sola, necesitas a alguien que te imponga confianza y amistad y alguien que no te mire con pena cada vez que se te acerque. ¿Quieres que te ayude a conseguirlo?-De acuerdo, no quiero seguir estando sola, no quiero estar deprimida en todo momento, quiero vivir, y así cumpliré el último deseo de mi amor…- Lo primero que habrá que hacer será volver a ponerte tú antiguo nombre.- ¡Espera! ¿Eso no lo podríamos dejar para el final?- Como tú desees- dijo mientras movía la cabeza en señal de afirmación…Después de esa larga charla nos levantamos y comenzamos a caminar sin rumbo fijo mientras seguíamos comentando lo pasos que debía seguir para seguir con mi vida, algo que puede parecer fácil para algunos pero tan difícil para algunos que no saben seguir hacia delante…Entonces se nos ocurrió la idea de tomar un helado y buscamos un tenderete con buena pinta. Cuando lo encontramos cada uno pidió su sabor favorito, él se pidió un helado de caramelo y cookie y yo uno de nata y caramelo. Pero en un despiste de los míos me ensucié la camiseta… - Joder, mi camiseta…- Tranquila cuando lo laves se te quitará, no te preocupes…- Ya, pero es que siempre me pasan estas cosas, la teoría de: si algo puede salir mal saldrá mal, ami no me pasa eso, me pasa lo de: si algo puede salir mal a Ángel le saldrá fatal…- Venga no exageres, te acompaño a tú casa y cuando laves la camiseta ya verás que te sentirás mejor…- Vale, ¿Sabes? Esta camiseta me la regaló el…- Se ve que te conocía bien, seguro que acabó siendo tu camiseta favorita.- La verdad es que sí… Al decir eso se formó un silencio entre miradas agradables y luego me acompañó a mi casa con toda la amabilidad que podría darme mi nuevo amigo, Nero…