lunes, 12 de julio de 2010

Novela - Un nuevo comienzo . Capítulo 2: Una sensación olvidada.



Dos años después: Muchas cosas habían cambiado, me mudé de casa, renuncié a mi antiguo nombre, renuncié al amor, renuncié a los colores vivos, renuncié a las risas, renuncié muchas cosas que me recordaban a Derek, que aun seguía llorando por el y ahora yo me hacía llamar Ángela…0:08, miraba el reloj y suspiraba – Otro día sin ti cariño, nunca hice caso a esa carta, no quiero seguir con mi vida si no es contigo.- apagué la lámpara del escritorio y me acosté, entre mis sabanas me acurruqué y pensando en Derek me dormí, de todas formas, no tenía nadie más en quien pensar, no tengo amigos porqué siempre estoy sola contando mis penas a la nada, mi familia me tiene ignorada porque piensan que estoy loca desde su muerte, o sea, que no tengo a nadie… Amanecí aferrada a mi almohada, me levanté lentamente y me fui a dar una ducha matutina, luego me vestí y me puse mis complementos, los mismos que me volví a comprar después de arrojarlos por un camino que tan malos recuerdos me trae, aunque aun me faltaban y todavía seguía buscando los complementos que me quedaban por las tiendas de mi ciudad, sobretodo, buscaba el modelo de mis antiguas botas, eran únicas, me costaron 200 euros que merecieron la pena, pero ya creía imposible encontrarlas, es un modelo de hace 2 años, o sea, ya es un modelo un poco antiguo – pfff…-Salí de mi casa y fui hacia un bar lejano y escondido, era un bar Heavy, de esos bares que no te miran diferente, era un lugar muy oscuro, había un billar que siempre estaba ocupado, en las paredes montones de pósters de grupos de rock, heavy, punk y derivados de los cuales algunos conocía y otros no, en la barra servía una chica muy guapa y amable que me atendió, y cuando me dio lo que había pedido me coloqué en el hueco más oscuro que encontré hasta que luego pagué y salí del bar. Entonces, por casualidades de la vida encontré una de esas tiendas que te alegran la existencia, - ¡Mis botazas!- me quedé boquiabierta ante el escaparate, al principio solo entré a esa tienda para comprarme las botas pero lo que no sabía es que esa tienda me iba a cambiar la vida.-Bien, solo cuestan 180 euros- fui a la caja donde les di el dinero que las botas costaban. Luego aproveché para mirar más cosas, había muchos artículos interesantes, había: armas de balines, ropa militar, ropa para todos los estilos existentes, hasta disfraces, revistas, discos de música, películas de todos los géneros y más… pero lo que ami me llamaba más la atención eran los videojuegos pues siempre me encantó jugar con ellos, me valía cualquier juego, cualquier nivel, era capaz de acabarme cualquier juego, era mi mayor afición, era una de las cosas que más me aislaba de la realidad, de mi penosa realidad. Comencé a mirarlos con ansia, después de revisar muchos juegos, vi uno que me llamó la atención, solo quedaba uno, fui rápido y cuando lo iba a coger mi mano chocó con la mano de un chaval. –Ayh, lo siento, es el último, ¿Lo ibas a comprar?- le pregunté amablemente.- Pues sí, he venido exclusivamente para conseguir este juego ¿Y tú?-Iba a comprármelo pues soy una gran fan de los juegos de guerra, pero prefiero que te lo quedes tú pues has venido especialmente a por el y yo solo me lo he encontrado sin esperarlo. -Mira, podríamos hacer una cosa: mi casa no esta muy lejos de aquí y cuando llegue pondré el juego inmediatamente, si no tienes nada que hacer podrías venirte y probarlo conmigo. -¿Sabes que estas invitando a una total desconocida a tú casa? - Lo se, y piénsalo bien, ¿Qué mejor situación hay para conocer a una desconocida tan atractiva? -¿Esto es algún plan para ligar conmigo? Porque si lo es lo puedes dejar, renuncié a los hombres hace bastante. -Comprendo…eres lesbiana.-No, no es eso…- dije bajando la cabeza al suelo. -Hay lo siento, soy un completo bocazas.-No pasa nada, y sí, acepto tú invitación.- Le dije mientras le sonreía amablemente.Entonces pagamos el juego y fuimos hacia su casa, que estaba a unos escasos 12 metros de la tienda de juegos. Y cuando subíamos las escaleras el paró en seco como si algo le hubiera venido a la cabeza…-Antes de entrar en mi casa… ¿Cómo te llamas?-Ángela, pero llámame Ángel.-La verdad es que tú nombre no te pega nada.-Lo se, pero tiene una explicación…-¿Qué explicación?-Déjalo estar, no cuento mi vida al primer día de conocer a alguien.-De acuerdo…- Me sonrió.-¿Y tú te llamas?-¡Nero!-Espera, así no se llamaba…-Sí, un protagonista de un juego… El silencio se apoderó de todo y el me miraba con amabilidad y yo solo estaba nerviosa pues no estaba acostumbrada a la compañía porque la soledad era mi única amiga desde…desde aquello.Él, abrió la puerta y me hizo pasar como todo un caballero, su casa estaba desierta y me acompañó hasta una pequeña habitación repleta de juegos, consolas y más. Luego, puso el juego y comenzamos a jugar.18:06, después de un par de horitas jugando, miré el reloj y entonces decidí acabar. Pulsé el botón de pausa y me dispuse a despedirme.-Lo siento pero me tengo que ir.-Ufff..., es que las horas se pasan volando, ¡A que sí!-Sí, cuando te diviertes suele pasar. -Bueno…, pues hasta otra, ¿No?-Claro, será un placer volver a verte.-Antes de irte, ¿Me puedes dar tu teléfono o algo?-Déjame tú móvil y te apuntaré mi número y mi Messenger, ¿Vale? El solo me lo dio y cuando se lo apunté se lo devolví, y entonces me fui hacia mi casa.Me extrañó mucho que la amabilidad me saliera rápidamente, ya tenia olvidado lo de cómo se podía ser sociable y amable. Desde aquel día no había hablado con nadie más que con mi familia, y se me ha hecho raro, divertirme por primera vez de verdad con alguien. Es una sensación que echaba de menos. El estar a gusto con alguien lo echaba en falta. Espero repetirlo muy pronto…

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